El Gobierno italiano ha firmado un protocolo que permite la celebración de misas con fieles dentro de las iglesias a partir del 18 de mayo, una decisión que llega tras la polémica con la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) que llegó a acusarle de impedir la libertad de culto porque en el primer decreto de la desescalada estaban prohibidas.
De hecho, entre las medidas previstas para la fase dos que fueron publicadas a finales de abril se incluía la apertura de museos y bibliotecas a partir del 18 de mayo, pero continuaban prohibidas las misas, si bien desde el 4 de mayo se pueden oficiar funerales con presencia de no más de 15 personas.
Según han informado los obispos italianos, en las funciones religiosas se respetará una "normativa sanitaria" para reducir el riesgo del contagio del coronavirus que pasa por la higienización de los lugares de culto y de los objetos, el respeto de las distancias entre los fieles y otras medidas para gestionar la emergencia sanitaria en los sacramentos.
"El protocolo es fruto de una profunda colaboración y sinergia entre el Gobierno, la comisión técnico-científica y la CEI, donde cada uno ha hecho su parte con gran responsabilidad", ha celebrado el presidente de los obispos italianos, el cardenal Gualtiero Bassetti.